jueves, 21 de noviembre de 2013

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS


La Cruz Roja Americana  ha desarrollado el concepto que "no se necesitan profesionales especialistas en las comunidades para tratar las urgencias psicosociales causadas por un desastre, si se tiene una brigada de personas sensibilizadas con las necesidades emocionales de las víctimas que puedan escuchar e interactuar con otros a su alrededor, así como crear un ambiente de seguridad y esperanza". "El apoyo se basa no solo en ciertas técnicas sino también en nuestra relación con otros seres humanos".
Coincidimos en el criterio de que la primera intervención en situaciones de crisis, en los desastres, se ofrece por los voluntarios, agentes comunitarios y aquellos que entran en contacto  de manera inmediata con las víctimas. Los especialistas llegan en un segundo momento: por otro lado, no se puede pretender que la gran masa de personas con afectaciones emocionales reciban "una terapia de crisis", tampoco sería conveniente y beneficioso para las personas que se psicologice o medicalice excesivamente la atención.
El objetivo de la primera ayuda psicológica puede resumirse:
  • Ayudar a las personas a encontrar respuestas y restablecer su funcionamiento después de la situación traumática vivida.
  • Proporcionar información para que las personas puedan manejar sus reacciones emocionales.
  •  Prevenir o mitigar la aparición de estrés postraumático u otras manifestaciones psicopatológicas. Se  considera que la gran mayoría de las personas si reciben una adecuada primera ayuda psicológica, no tendrán necesidad de atención profesional.

Para manejar adecuadamente las reacciones psicológicas que aparecen en el periodo inmediato posterior al desastre es importante la preparación anticipada. El bienestar previo y las capacidades del individuo para enfrentar eventos vitales serán decisivos. En este se pueden citar las siguientes medidas pre-incidente:
  • Preparación psicosocial al personal que intervendrá en la primera línea en situación de desastre.
  • Desarrollo de programas educativos con la población.
  • Realizar actividades regulares para aliviar el estrés y fortalecer las capacidades de movilización social.

Las intervenciones que se realicen en la "escena" después del desastre deben ser cortas, flexibles y enfocarse a las preocupaciones inmediatas de la persona. Es importante la solución de necesidades básicas y de supervivencia, por eso debe tomarse en cuenta la búsqueda de lugares para el descanso, protección y alimentación.
Principios técnicos utilizados en la primera ayuda psicológica:

  •  Escucha responsable: escuchar atenta y cuidadosamente.
  • Permitir la libre expresión del paciente, en primer término.
  • Transmitir la necesidad de aceptar lo ocurrido, pues ya no se puede modificar.
  • En un segundo momento, realizar un interrogatorio limitado y lo más abierto posible. No excederse en un "interrogatorio fiscal". Proveer información.
  • Orientar en lo necesario pero evitando los "consejos directivos".
  • Aceptación de las personas tal y como son, respetando su dignidad y sus derechos.
  • Crear una atmósfera calurosa y humana alrededor de la víctima.
  •  Posibilidad de desarrollar reuniones grupales con víctimas directas.
  • Desarrollo de actividades para el manejo del estrés.
Las emergencias y desastres no solo impactan en la infraestructura civil y en la integridad física de las personas sino que también afectan la salud psicosocial de estas, al respecto Erikson (1976) llamo “Segundo desastre” a las consecuencias de tipo emocional que se derivan de la desorganización social y física de una comunidad afectada por un desastre natural, por su parte Taylor y Frazer (1981-1987) clasifican a las víctimas en seis amplias categorías que ya han sido aceptadas por varias organizaciones a nivel internacional cuando se trata de organizar la asistencia a las víctimas, esta clasificación es la siguiente:
1. Víctimas de primer grado son aquellos que han sufrido el impacto directo del desastre.
2. Víctimas de segundo grado son los familiares y amigos de las víctimas de primer grado.
3. Víctimas de tercer grado son los integrantes de los equipos de primera respuesta.
4. Víctimas de cuarto grado es la toda la comunidad que se encuentra impactada por el evento.

5. Víctimas de quinto grado son aquellas personas que se sienten afectadas por conocer los acontecimientos en los medios de comunicación masiva.
6. Víctimas de sexto grado son aquellas que no se encontraban en el lugar porque habían tenido que hacer alguna actividad pero debieron haber corrido la misma suerte.
Esta clasificación lo único que hace es poner sobre el tapete lo que todas las personas que están involucradas con los equipos de primera respuesta sospechaban desde hacía un buen tiempo los desastres no solo afectan a aquellos que sufren directamente sus consecuencias ejemplos hay muchos pero algo que nos ha tocado recientemente y que ha demostrado el tremendo efecto que tienen los medios de comunicación es el caso de los atentados del 11 de Septiembre del 2001 en EEUU, hemos visto sufrir a los heridos y compartido el temor y estupor entre los sobrevivientes y dolor de los familiares, sintiéndonos afectados en mayor o menor medida aunque estemos a kilómetros de distancia.
También es importante en este trabajo hacer mención de algunos mitos y realidades del comportamiento humano en desastres toda vez que estamos tratando de ello y para esto tenemos que tener presente los trabajos y aportes del E. Quarantelli (1989) quien desde el centro de Investigación para desastres de la Universidad de Delaware manifiesta en base a los trabajos realizados en los últimos 35 años en más de 500 estudios de campo se ratifica que el “pánico es extremadamente extraño, sino inexistente en los desastres colectivos, las victimas puede que estén inquietas y asustadas pero esto no quiere decir que van a actuar sin pensar, irracionalmente o impulsivamente”, así mismo se piensa que las personas se quedan tan impactadas que son incapaces de auto ayudarse o que respondan con actos antisociales imposibles de controlar, recordemos que las observaciones realizadas responden a enfoques sociológicos que apuntan a estudios poblacionales de grandes grupos humanos; con respecto al pánico si bien no es la norma tampoco es infrecuente cuando se conjugan determinadas condiciones como es la percepción directa de la magnitud del peligro y de la posibilidad de que no todos vamos a poder salvarnos o que las vías de evacuación estén cerradas, colapsadas o que no serán suficientes para garantizar la evacuación de todas las personas.
En este trabajo no tratamos el punto de las reacciones masivas poblacionales, sino más bien de las reacciones individuales que pueden llegar a entorpecer las labores de los equipos de primera respuesta, al respecto ya la Asociación de Psiquiatría Americana en 1972 publico un manual denominado “Primeros Auxilios Psicológicos” en el cual se describen las conductas individuales esperadas en situaciones de desastres clasificándolas en.
1.- Reacciones Normales: tales como temor, inquietud, sudoración, sorpresa y estupor inicial.
2.- Reacciones Hiperactivas: que se caracterizan por ráfagas de actividades sin sentido, habla acelerada, bromas inapropiadas, sugerencias y demandas inaceptables y de poco valor real, pasando de un trabajo a otro e incapaces de resistir la mas mínima crítica, pudiendo convertirse en un núcleo perturbador de oposición.
3.- Reacciones paralizantes: Estas personas se quedan paralizadas, son incapaces de auto ayudarse, tienen la mirada perdida y no responden a las llamadas verbales, son muy dóciles y fáciles de dirigir a lugares seguros.
4.- Reacciones somáticas: estados nauseosos, mareos, mirada borrosa, incontinencia urinaria, diarreas profusas, bajas o subidas de la presión arterial, taquicardias, dolor en el pecho, entre otros.
5.- Pánico Individual : de rara presentación, se caracteriza por carreras alocadas, ceguera psicológica (incapacidad para evaluar cognitivamente el peligro) que puede provocar que las personas se lancen de piso altos en edificios o que corran directamente al lugar del peligro, los llantos incontrolados y los gritos son también característicos.

Guía Práctica: “Primeros Auxilios Psicológicos”
Ps. Gary Rivera Molina

¿QUE HACER ANTE UNA EMERGENCIA…?
Es difícil determinar el impacto de un desastre; sin embargo, se pueden usar ciertas cifras como indicadores. A menudo, la consternación del público es directamente proporcional al número de fallecidos. Sin embargo, durante dicho periodo, se ha estimado que la proporción de personas afectadas fue 400 veces mayor que el número de fallecidos. En muchos grupos se observaron problemas de salud mental: los heridos graves, otras víctimas del desastre e incluso los habitantes de otras zonas no afectadas por el desastre que hayan perdido amigos y familiares. El número de muertos es sólo el principio del problema.
Después de un desastre, las reacciones psicológicas de los pobladores pueden variar y por lo general cambiar con el tiempo. Por lo tanto, las intervenciones psicológicas posteriores a los desastres deben ser flexibles y basarse en una evaluación continua de las necesidades.

 PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS O APOYO PSICOSOCIAL

 La técnica de los Primeros Auxilios Psicológicos en casos de catástrofes fue preparada por la Asociación de Psiquiatría Americana (APA), su traducción adaptación la realizo el Dr. Baltasar Caravedo y publicado por la revista militar del Perú en 1972, sus principios continúan vigentes motivo por el cual lo presentamos en esta publicación como una técnica aleatoria o de reforzamiento a la de la primera ayuda.
 Cuatro Tipos de Reacciones Frente a los Desastres:

El manual de la APA menciona que básicamente se pueden presentar cuatro tipos de respuestas individuales a los desastres:

A) Reacciones normales a los desastres: Algunas personas son capaces de mantenerse notablemente calmadas aún en las circunstancias más extremas; sin embargo, la mayoría de nosotros empezamos a sentir los efectos del Síndrome General de Adaptación (sudoración profusa, temblores, debilidad, estados nauseosos) por un momento y la claridad del pensamiento puede ser difícil. Afortunadamente muchos de nosotros podemos recuperar nuestra compostura bastante bien. Sería engañoso clasificar como anormales estos estados naturales y transitorios.
B) Reacciones paralizantes: Se puede esperar también encontrar personas que por un tiempo se queden paralizadas, pueden quedarse paradas o sentadas en medio del caos, como si estuvieran solas en el mundo, su mirada estará perdida, cuando se les habla no podrán responder a todo o simplemente se encogerán de hombros o pronunciarán una o dos palabras, parecen libres de reacción emocional, son incapaces de ayudarse.
C) Reacciones hiperactivas: Estas personas pueden estallar en ráfagas de actividad, sin un propósito definido, hablarán rápidamente, bromearán en forma inadecuada y harán sugerencias y demandas inaceptables, pero de poco valor real, pasarán de un trabajo a otro y parecerán incapaces de resistir la más mínima distracción, se muestran intolerantes a cualquier idea que no sea la suya.
 D) Reacciones corporales: Algunas reacciones corporales han sido ya mencionadas como respuestas temporalmente normales, aunque estos síntomas normales son algo molestos mientras dura, generalmente no interfieren seriamente con la habilidad de la persona para llevar adelante una actividad constructiva en una situación difícil, algunas de estas reacciones, especialmente la debilidad, el temblor, el llanto, pueden no aparecer hasta después de que una persona ha enfrentado y superado efectivamente el peligro inmediato.  Las reacciones corporales más serias pueden sin embargo incapacitar verdaderamente y es importante reconocer su significado emocional, las náuseas y el vómito son particularmente comunes, estas reacciones se deben de diferenciar de las producidas por radiaciones o contaminaciones químicas.  Otro tipo de incapacidad física es lo que técnicamente llamamos “histeria de conversión”, la persona convierte su gran ansiedad en una creencia vehemente de que alguna parte de su cuerpo ha dejado de funcionar, para todos los propósitos prácticos pueden ser incapaz de ver, oír o hablar.

 Cuatro Principios Básicos de los Primeros Auxilios Psicológicos:
A) Acepte el derecho de toda persona a tener sus propios sentimientos: No culpe o ridiculice a una persona por sentirse como lo hace, su tarea es ayudarle a superar su sentimiento, no decirle como debe sentirse. Si usted se detiene a pensar en sus propios sentimientos, se dará cuenta de cómo es imposible para los seres humanos el hacer una selección consciente de sus sentimientos más profundos. Tenga presente que sin embargo la posición de otra persona puede ser similar a la propia, pero cada persona ha tenido ciertas experiencias únicas que pueden afectar fuertemente sus sentimientos en relación con los sucesos subsecuentes en sus vidas.
Más allá del horror y el temor que puedan sentir, las personas reaccionarán en términos de cómo esta experiencia encaja con sus ideas pasadas acerca de sí mismo y sus aspiraciones en el futuro. Al prestar primeros auxilios psicológicos, rara vez estará usted seguro de por qué algunas personas se trastornan más que otras, su expresión, su postura, su aspecto integro puede decirle eso, aún cuando ella no le diga con palabras, permitirle a un accidentado saber que usted quiere entender como él se siente puede ser el primer paso para ayudarlo, esto puede hacerse con unas pocas palabras o aún con un simple gesto. No lo abrume con su compasión. Esto sólo le hará sentir más incomodo y confirmará sus peores temores acerca de sí mismo, haga lo indispensable para establecer contacto con él.
B) Acepte las limitaciones del accidentado como reales: Cuando el muslo de un hombre está destrozado, nadie espera (incluyendo el paciente) que pueda caminar por un tiempo. Cuando la capacidad del hombre para superar sus sentimientos está hecha pedazos, muchos (incluyendo el paciente) se inclinan a esperar que él vuelva a actuar normalmente, casi de inmediato. “Todo está en su mente”, “Deshágase de ello”, “Recupérese”. Tales tipos de consejos no tienen lugar en los primeros auxilios psicológicos, los sentimientos de incompetencia son reales y a menudo incapacitantes; por ello su tarea será ayudarlos a recuperarse tan efectivamente y rápidamente como puedan, esto se consigue aceptando sus limitaciones y ayudándolos a redescubrir rápidamente algunos de los recursos que ellos pueden utilizar de inmediato.
C) Mida las posibilidades del accidentado en forma tan exacta y rápida como sea posible: Mientras usted se da cuenta de las limitaciones de una persona perturbada, usted estará atento de las habilidades y otros recursos que pueda utilizar y reavivar, una persona muy trastornada puede fácilmente hacerle olvidar que podría ser de verdadera ayuda para usted tanto como para sí mismo y que usted puede ayudarlo a iniciar el camino hacia la reorganización de su mundo. Averigüe con tacto que fue lo que sucedió, permítale responder de su propio modo. Usted no puede dejarlo divagar interminablemente, ofrecerle un par de minutos en los cuales él pueda hablar libremente de sus propias experiencias le mitigarán notablemente algunos de sus sentimientos de desesperanza e impotencia. Averigüe si el herido se preocupa particularmente de sus familiares o amigos, dele tan honestamente como pueda una información acerca de dónde, cuándo y cómo puede él razonablemente esperar tener contacto con aquellos que le son queridos. Si él está demasiado deprimido para hablar fácilmente una exposición de lo que puede haberle sucedido (basado en su conocimiento general del desastre) puede acrecentar su confianza en usted, hasta el punto de que él pueda hablarle un poco.  Preguntas breves acerca de su ocupación normal pueden darle a usted algunas pistas sobre sus habilidades e interés básico, para muchas personas que están anonadadas emocionalmente el trabajo que pueda hacerse en forma automática y rutinaria podría ser el primer paso que los haga volver hacia la normalidad efectiva.
 D) Acepte sus limitaciones al ayudar a otras personas: No trate de ser todo para las personas, habrá mucho de lo que usted quisiera hacer en un desastre y que está más allá de sus de sus fuerzas y habilidades. Usted no puede ser de todo para todas las víctimas. Consecuentemente, usted debe establecer un orden de prioridades en su pensamiento, acerca de lo que puede permitirse acometer por sí mismo. Su primera responsabilidad será cualquier trabajo de emergencia que le hayan asignado previamente. Una razonable y sincera apreciación de sí mismo es parte muy importante de su preparación para prestar primeros auxilios psicológicos. Un trabajador de primeros auxilios físicamente herido puede continuar haciendo un buen trabajo curando las heridas de los accidentados. Pero sí está “emocionalmente herido” tendrá grandes limitaciones para proveer ayuda a otros.

Qué hacer y Qué No hacer durante la intervención en crisis:
 A) Que hacer:
  • Desarrollar el sentido de escucha-responsable. Escuchar atentamente, sintetizando brevemente los sentimientos del afectado. Hágalo sentir que usted lo entiende y comprende por lo que está pasando, esto es la empatía.
  • Ser cortés, honesto y transparente; ganarse la confianza y cooperación del afectado.
  • Ser realista y objetivo.
  • Favorecer la dignidad y libertad para que las víctimas trabajen en sus problemas.
  • Favorecer la confianza y seguridad.
  • Estar alerta sobre las oportunidades de dar énfasis a las cualidades y fuerzas de la persona.
  • Aceptar el derecho de los afectados de sentirse así.
  • Realice preguntas saludables y efectivas.
  • Pida una retroalimentación para ver si está usted comprendiendo.

-         B) Reglas del NO:

  •  No ofrecer algo que no pueda cumplir.
  • No le tenga miedo al silencio, ofrezca tiempo para pensar y sentir.
  •  No se sienta inútil o frustrado. Usted es importante y lo que está haciendo vale la pena.
  • No muestre ansiedad ya que ésta puede ser fácilmente transmitida a los afectados.
  • No ofrezca respuesta, más bien facilite la reflexión.
  • No permita que el enojo u hostilidad de la persona lo afecte.
  • No los presione a hablar de Dios, sea comprensivo con las creencias religiosas.
  • No tenga miedo de admitir que el afectado necesita más ayuda de la que usted le pueda brindar. Puede referirlo a profesionales especializados (Psicólogos)
  • No permita que las personas se concentren únicamente en los aspectos negativos de la situación.
  • No muestre demasiada lástima o paternalismo. Tampoco se exprese de maneraautoritaria o impositiva. Busque un punto intermedio entre estas dos posiciones.
  • No espere que la victima funcione normalmente de inmediato.
  • No confronte a una persona en crisis si este se va asentir amenazado.
  • No insista con preguntas más allá del punto en que la persona no desea hablar.
  • No trate de interpretar las motivaciones ocultas de un comportamiento.
  • No moralice o sermonee.
  • No intente progresar demasiado rápido en el proceso de intervención en crisis.
  • No considere de manera superficial las amenazas de suicidio u homicidio.
  • No aliente a alguien a hacer algo que en realidad no quiere hacer.

Principios técnicos utilizados en los Primeros Auxilios Psicológicos:
  • Escucha responsable: escuchar atentamente y cuidadosamente.
  • Permitir la libre expresión de la persona, en primer término.
  • Transmitir la necesidad de aceptar lo ocurrido, pues ya no se puede modificar.
  • En un segundo momento, realizar una conversación limitada y lo más abierta posible. No excederse en un “interrogatorio fiscal”.
  • Realizar resúmenes periódicos de la exposición de la persona: organización del pensamiento.
  • Proveer información.
  • Orientar en lo necesario pero evitando los “Consejos Directivos”
  • Aceptación de las personas tal y como son, respetando su dignidad y sus derechos.
  • Empatía, que significa ponerse en el lugar del otro, comprender lo que le está sucediendo.
  • Crear una atmósfera cálida y humana alrededor de la víctima.
  • Posibilidad de desarrollar reuniones grupales con diversas personas que pasaron por lo mismo.
  • Desarrollo de actividades para el manejo del estrés.


FUENTE:
http://www.counselingamericas.org/pdf/libros/03_LibroProtecciondelaSaludMental.pdf

http://ar.dir.groups.yahoo.com/group/cruzroja/message/599

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